Anatomía del nudo. Obra reunida (2002-2015)
"Hay poetas mutantes,
capaces de cambiar la forma y el sentido de su discurso no sólo entre un libro
y el siguiente, sino de un poema a otro. No se trata de autores necesariamente revolucionarios
o experimentales, neovanguardistas o postemporáneos, sino, acaso, de seres
excesivamente indecisos o inconformes. Por el contrario, hay otros siempre
semejantes a sí mismos: poetas unívocos de la continuidad y el pulimento, de la
preservación y el sentido –y aquí no me refiero necesariamente a la
intelegibilidad o la aparente transparencia de un discurso, sino a una íntima
coherencia entre sus elementos y postulados, entre lo declarado y su forma. Tampoco
se trata, necesariamente, de poetas conservadores o retardatarios, sino de
individuos conscientes del terreno conquistado al lenguaje y de un oficio
ganado, literalmente, palabra por palabra. Sin menoscabo de uno u otro clan, me
parece que Rocío pertenece al segundo. Como podrá notarlo cualquier lector atento
que se acerque a este volumen, desde Basalto,
el primero de sus títulos, publicado hace 14 años, hasta Nudo vortex, de 2015, lo que hay entre ambos extremos es un continuum discursivo sostenido en la
tensión de un lenguaje en permanente constricción, justo como el apretado
centro de una cuerda atada. Ya en el primer poema de su primer libro, esta
certeza queda enunciada: porque el poema
es siempre el mismo y lo será, sentencia la poeta mientras se pone la soga
del destino al cuello.
Dueña desde muy pronto de una voz personalísima y de una
retórica inmediatamente identificable, algo que podría definir como el sello
Cerón, la de Rocío ha sido una apuesta por la persistencia y la depuración de
un estilo antes que por la improvisación y la estridencia vacuas; una apuesta
que la desmarca de contemporáneas suyas excesivamente afectas a las
aliteraciones pueriles, las onomatopeyas bobas y las ocurrencias insostenibles
más allá del instante fugaz de una lectura pública relativamente performática:
ruido sin fondo. Por el contrario, la de Rocío Cerón es una poesía profunda y
profusamente emocional, a ratos incluso un tanto solemne, pero pasada por el
tamiz de la reflexión de lo en ella enunciado. Una poesía, lo dije hace varios
años, al presentar Imperio en Xalapa,
de la grieta, la herida abierta, la hiancia.", Víctor Cabrera.
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